La carta de colón a santángel no estaba en catalán

La “Carta del Descubrimiento”, firmada el 15 de febrero de 1493 y posdatada en Lisboa a 14 de marzo a su vuelta en las Islas Canarias, fue mandada imprimir en varios idiomas para dar cuenta al mundo del descubrimiento. El original manuscrito de dicha carta se encuentra en el archivo de Simancas y el original impreso se encuentra en la Biblioteca pública de Nueva York.

Luis Ulloa, Francesc Albardaner y muchos otros investigadores presuponen erróneamente que el original de la carta de Colón a Luis de Santángel estaba escrito “en catalán”. El investigador colombino Henri Harrisse publicó, a partir del catálogo que había creado el hijo del descubridor, Hernando Colón, de su colección de libros donada a la Biblioteca de la Catedral de Sevilla, que existía en dicha colección libraria una «carta enbiada al escriba de racio, a. 1493. en catalán».

Antes de entrar a analizar este sorprendente hecho, hay que decir que la primera carta impresa de la carta original y manuscrita de Colón está escrita, también, en castellano. El documento impreso no lleva título ni lugar de edición []y no se sabe quién ordenó publicarlo y se supone que debió ser impreso en el taller de Pere Posa, en Barcelona por la tipografía usada.[ por la tipografía usada   ] También se desconoce la fecha de publicación, suponiéndose en general que debió ser hacia el mes de abril  1493como tampoco [] se sabe cuántos ejemplares se editaron. Se conserva uno sólo, como ya hemos apuntado antes, aparecido en 1889 y hoy propiedad de la Biblioteca Pública de Nueva York.

La carta parece que llegó a Roma rápidamente pues se tiene noticia de ella el 18 de abril de 1493, prácticamente a la par que la edición española, e inmediatamente  apareció publicada en esta ciudad una versión en latín. Esta alcanzó gran popularidad en Europa y fue reimpresa numerosas veces: dos en Roma, una en Amberes, una en Basilea y tres en París. Se hicieron también traducciones a otras lenguas: italiano (en verso, Roma, 15 de junio de 1493) y alemán (Estrasburgo, 1497).

La impresión masiva de la carta del descubrimiento fue una operación de propaganda que situó a la corono española al frente de las casas reales europeas y a liderar la navegación transatlántica.

¿Qué quería decir Hernando Colón cuando apostilló “carta enbiada al escriba de racio, a. 1493. en catalán» tras el apunte del documento en su biblioteca?

Como he dicho, son varios los autores, en su mayoría catalanes, los que apuntan a la posibilidad de que Cristóbal Colón escribiera a Luís de Santángel en “lengua catalana” al amparo y lectura de la anotación del hijo del Almirante.  Este hecho no ha pasado desapercibido para los grandes historiadores e investigadores colombinos ya que el ejemplar que se conoce y se conserva en Simancas está escrito en castellano.

La conclusión mayoritaria es que tanto el original como la impresa estaba escrita en lengua castellana. Lo que sí pudo haber sucedido, y así se recoge en varias investigaciones, es que el original castellano fuera traducido al catalán e impreso en esta lengua en la misma imprenta donde se editó en castellano, esto es, en la imprensa de Pere Posa en Barcelona.  Es por ello por lo que se especula –con la prueba de la apostilla hernandina- de que pudo existir una edición impresa en catalán pero ello nada tiene que ver con que Colón escribiera “en catalán” al escribano de Ración, Luis de Santángel.

Hernando Colón siempre apuntaba minuciosamente el origen de cada documento que incorporaba a su biblioteca particular que llegó a los 15.000 documentos o libros, anotando las circunstancias del texto, su origen, idioma, cómo y dónde lo compró y su precio.

Una vez analizado el documento con la anotación hernandina, se observa como en otras apostillas figura la nota “de mano” lo que significaba que esos documentos eran manuscritos, motivo por el cual la copia de la carta de su padre a Santángel se trataba de un ejemplar impreso –como mucho- “en catalán”, no que fuera el original y menos escrito “en catalán”.  Si vemos la relación de los documentos inmediatos a la anotación de la Carta a Santángel veremos que en dos documentos anteriores figura la apostilla “de mano”, cosa que no ocurre en la carta de Colón.

-“Prophétie de recuperatione Jerusalén te inventione Indiarum. De mano. 2091”.

-“Di la navigatione de Ispanie in India. En toscano. 1874”.

-[Poco legible] en español. De mano. 4180.

-“Epistola ad reges Hispaniarum fecha 7 Julii 1503. 12650.”

-“Carta enbiada al escribano de Ración, a. 1493, en catalán. 14743”.

Consuelo Varela  confirma que la carta fue “editada en catalán” cuando dice que “desde abril de 1493 a fines de siglo tuvo catorce ediciones: “en castellano, una en catalán, nueve en latín, tres en italiano y una en alemán”.[1] 

En estos términos lo confirma Carlos Sanz López[2]. La posibilidad de que Hernando Colón se refiriera a un manuscrito “en catalán” como apunta Ulloa es del todo punto improbable, por no decir falso.

La lengua materna tanto de Santángel como de Cristóbal y Hernando Colón sería la lengua valenciana como subyace de todos los escritos colombinos y que era la lengua oficial en el reino de Valencia. De Santángel se conservan documentos escritos en lengua valenciana[3] y, en el caso de que hubiere existido entre Santangel y Colón una carta que no fuera la versión castellana que es la que se conserva, lo hubiere sido en lengua valenciana, pero no en catalán.

Es imposible que Hernando  pudiere denominar “catalán” a la lengua valenciana o romance valenciano hablado en pleno siglo XV en Valencia por cuanto todos los autores valencianos, y de manera unánime, denominaban a la lengua en la que escribían en pleno siglo de Oro literario como “valenciana”. Y así fue también, sin excepciones, antes y después de dicho Siglo de Oro.

Si aceptáramos como válido el hecho de que Hernando Colón se refiriera a la lengua valenciana como “catalana” sería un hecho insólito ya que en todo el siglo no existe registro alguno para esta circunstancia.  Sí que existe alguna referencia de que catalanes o personas de origen catalán hablaran o escribieran en catalán en Valencia, pero no de literato alguno o documentos oficiales valencianos  “en catalán”  durante toda esa centuria ni siguientes hasta el pasado siglo XX.

En los condados catalanes de la Corona Aragonesa precisamente en ese siglo comenzó a traducirse al lemosín o provenzal la documentación oficial que, hasta ese momento, estaba escrita o impresa en latín.

Los Fueros del reino de Valencia dados por Jaime I en 1261 fueron publicados en ese año y posteriores en “linguam planam” o “romanç valencià” para conocimiento de los habitantes. En ellos podemos leer: “redigerunt in linguam planam legaliter et romanum et dóminus rex laudavit jurandoque rastificavit” (“trasladaron estos fueros y los pusieron legalmente en lengua llana y en lengua romana y el señor rey los loó y con juramento los ratificó”).

 Los “Usatges” de Barcelona y la “Costum” de Gerona (“Usatici Barchinonae” y “Consuetudines Dioecesis Gerundensis”) estaban escritos en latín que fue la lengua de la corte francesa y aragonesa hasta que, 150 años después de los fueros valencianos, en el 1411, se produjera la traducción a la lengua catalana derivada del provenzal o lemosín francés, fruto de los 450 años de pertenencia de los condados “catalanes” a la corona carolingia-francesa (”reduescan de Lati en lengua vulgar Cathalana”).

Por eso, a nadie debe extrañar, como confirma Consuelo Varela, que en la imprenta de Pere Posa de Barcelona, en Abril de 1493 se hiciera una edición en provenzal-catalán de la carta de Cristobal Colón a Luis de Santangel de la que, como hemos dicho, se hicieron 14 versiones en diferentes idiomas.

[1] Varela, Consuelo, en su artículo “Isabel la Católica y Cristobal Colón”

[2] Sanz Lopez, Carlos. La Carta de Colón: 15 de febrero a 14 de marzo de 1493. Madrid: Gráficas Yagües, 1962.

[3] Igual, Luis. Valencia e Italia…estudio sobre el montante global de letras de cambio. Referencia del texto de Igual, David y Navarro, German. Un mercante de Milano, recogido en “los genoveses en el transito del siglo XV al XVI”.  En 1487 Luis de Santángel ordenaba a su hermano Jaume un pago en genuína lengua valenciana “per lo cost y messions de 12 adarguese 2 dobles de la gineta, que per vestra comissió vos he comprat y tramés per al señor Compte d´Oliva”.

La “Carta del Descubrimiento” enviada al valenciano Luis de Santángel y firmada por Colón el 15 de febrero de 1493 y posdatada en Lisboa a 14 de marzo a su vuelta en las Islas Canarias  estaba escrita en lengua castellana. Lo que sí pudo haber sucedido, y así se recoge en varias investigaciones, es que el original castellano fuera traducido al catalán e impreso en esta lengua en la misma imprenta donde se editó en castellano, esto es, en Barcelona.  Es por ello por lo que se especula –con la prueba de la apostilla hernandina- de que pudo existir una edición impresa en catalán pero ello nada tiene que ver con que Colón escribiera “en catalán” al escribano de Ración, Luis de Santángel, lo cual descaratmos totalmente como lo hace Consuelo Varela.

hay hoy entre trenta y cuarenta ingenios  en sólo esta isla –la de Santo Domingo- e algunos en la de Sant Juan y en otras partes destas Indias y no por eso vale el azúcar más barato; y ésta es cosa de notar, que antiguamente no había azúcar sino en Valencia y después hóbola en las Islas Canaria”.

Bartolomé de las Casas. Historia de las Indias, capítulo 129.

Hoja original del registro de libros y documentos de la Biblioteca de Hernando Colón en la que el hijo del Almirante anotó la incorporación de la carta del Descubrimiento escrita por Colón y enviada al valenciano Luis de Santángel.

Una vez analizado el documento, se observa como en otras apostillas figura la nota “de mano” lo que significaba que esos documentos eran manuscritos, motivo por el cual la copia de la carta de su padre a Santángel se trataba de un ejemplar impreso –como mucho- “en catalán”, no que fuera el original y menos escrito “en catalán”.  Si vemos la relación de los documentos inmediatos a la anotación de la Carta a Santángel veremos que en dos documentos anteriores figura la apostilla “de mano”, cosa que no ocurre en la carta de Colón.